La alimentación es una de las partes fundamentales para el tratamiento de la hipertensión arterial, por este motivo es importante mantener algunos cuidados diarios como disminuir el consumo de sal en las comidas y evitar alimentos fritos e industrializados tipo embutidos y enlatados por su elevado contenido de sal. Igualmente, es importante consumir con moderación alimentos ricos en grasas saturadas y azúcar, pues el exceso de estos también puede contribuir al aumento de la presión arterial.
Para ayudar a controlar la hipertensión, se debe dar preferencia al consumo de alimentos naturales como vegetales, frutas frescas, cereales integrales, leguminosas y carnes magras.
Además de esto, los que sufren de presión alta también deben aumentar el consumo de agua, ingiriendo entre 2 a 2,5 litros por día, para contribuir a la eliminación del exceso de líquido del cuerpo; así como aumentar la actividad física regular como caminar o correr, al menos 3 veces por semana.
Alimentos que deben consumirse
Los alimentos más indicados para bajar la tensión alta incluyen:
- Todas las frutas frescas;
- Quesos bajos en grasa y con poca sal;
- Aceite de oliva;
- Agua de coco;
- Cereales integrales;
- Jugo de betabel;
- Huevos;
- Vegetales crudos y cocidos;
- Carnes magras como pollo sin piel, pavo y pescados;
- Cacahuate, merey o marañón crudos, nueces y avellanas (sin sal);
- Yogures bajos en grasa.
También es importante incluir en la dieta alimentos diuréticos como la sandía, la piña, el pepino, el perejil, los nopales, entre otros, y aumentar la ingesta de agua y tés naturales, ya que su consumo ayudará a eliminar la retención de líquidos a través de la orina y a regular la presión arterial.
Alimentos que deben evitarse
Los alimentos que no se deben ingerir en caso de tener la presión alta incluyen:
- Alimentos embutidos, como jamón serrano, longaniza, mortadela, salami, tocineta o panceta, o charqui;
- Enlatados, como atún o sardina;
- Verduras y hortalizas en conserva, como encurtidos, aceitunas, espárragos, palmito;
- Salsas listas, como kétchup, salsa de soya o inglesa, mayonesa, mostaza;
- Cubitos de caldo o sobres de condimentos listos para adicionar en la comida;
- Carnes grasas, como rabillo de cadera, paleta, falda;
- Vísceras, patés, anchoas, bacalao salado;
- Bebidas alcohólicas, refrescos, bebidas energéticas y jugos envasados.
Asimismo, es importante evitar frituras; quesos, como el parmesano, provolone y suizo, y dulces, como helados, galletas, mermeladas y pasteles. Estos alimentos son ricos en grasas y azúcar, por lo que favorecen la acumulación de placas de grasa en las arterias, lo que dificulta el paso de la sangre y, por ende, aumenta la presión.
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