La salud mental de los niños se deterioró 'sustancialmente' durante los encierros
Un nuevo estudio realizado por investigadores encuentra que los cierres impuestos por el gobierno en respuesta a la pandemia del coronavirus causan un daño significativo en la salud mental de los niños. El estudio, publicado esta semana, fue el primero de su clase en analizar estadísticas sobre la salud mental de niños pequeños antes y durante el primer encierro.
Siguiendo a 168 niños entre las edades de 7 ½ y 11 ½, los investigadores concluyen: "Durante el encierro, los síntomas de depresión de los niños han aumentado sustancialmente, comparado con el periodo anterior al encierro. La escala de este efecto tiene una relevancia directa para la continuación de diferentes elementos de la política de cierre, como el cierre completo o parcial de escuelas".
En los últimos meses han surgido otros estudios que vinculan el deterioro de la salud mental con las políticas de encierro de los adolescentes y los adultos jóvenes, pero los niños no suelen estar representados. Por ejemplo, los CDC reportaron en agosto que uno de cada cuatro individuos de 18 a 24 años contemplaba el suicidio durante los cierres de primavera, y un estudio reciente de Harvard encontró índices sorprendentes de depresión en adultos jóvenes. La salud mental de los adolescentes se ha visto particularmente afectada por los cierres y las políticas de distanciamiento social relacionadas. Por ejemplo, un muchacho de 16 años de Brunswick, Maine, se quitó la vida la semana pasada después de dejar una nota diciendo que se sentía encerrado en su casa durante la pandemia y separado de sus amigos debido al distanciamiento.
El nuevo trabajo de la Universidad es el primer estudio longitudinal que rastrea los efectos en la salud mental de los encierros y el aislamiento social en niños pequeños, encontrando que su salud mental se está deteriorando de manera similar durante la respuesta a la pandemia.
Un artículo reciente reconoció la soledad que los niños sienten este año, pero se hizo eco de una sensación de inevitabilidad. Describiendo la experiencia de un niño de dos años que, al encontrarse con otros, dice "Uh-Oh. Gente", explica que "es parte de una generación que vive en un nuevo tipo de burbuja especial - una sin otros niños". Son los niños pequeños de COVID-19. Para ella y para muchos de sus compañeros son las reuniones de juego, las clases de música, las fiestas de cumpleaños y los encuentros por casualidad en la zona de arena del parque o por el vuelo adyacente de los columpios".
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